– Es parte de un Grupo de Profesionales con más de 20 años de experiencia.
– Larga tradición de evolución y liderazgo local, regional y nacional
– El Modelo de Tratamiento más reconocido del mundo.
– Personal profesional de muy alto nivel, con entrenamiento y estudios realizados en: Apelden Minnesota U.S.A, FH-Ottersberg Hamburgo Alemania, Instituto Albert Ellis New York U.S.A., Instituto Superior de Estudios Psicológicos (ISEP Formación) Barcelona España, Universidad Salesiana de Roma Italia, Universidad de las Américas Puebla México,U.BA.
– Instalaciones de primer nivel.
– Equipo de profesionales experto en el tratamiento de
adicciones.
– Las Técnicas de Tratamiento más actualizadas en el mundo.
– Trato digno y CONFIDENCIAL.
– La única Clínica en la República Argentina con más de
20 años de Experiencia tratando problemas de adicciones y salud mental.

– Atención integral para el paciente y su familia.
– Consejería individual para cada paciente y sobre todo:

EL PORCENTAJE DE RECUPERACION MÁS ALTO DEL PAIS.

“FACILITAMOS UNA RÁPIDA ADMISIÓN AL TRATAMIENTO.
OLVIDATE DE LAS INTERRUPCIONES EN EL TRATAMIENTOY DE LAS LISTAS DE ESPERA.”

Acción sobre el terreno

Dentro del enfoque de «Reducción de Daños» asociados al consumo de drogas, la Comunidad San Andres ofrece programas de contacto con los consumidores activos de drogas, que no han tomado la decisión de abandonar su consumo.

El objetivo central de estos programas es proteger la vida y la salud de estas personas, así como el bienestar de la colectividad, a la vez que se las intenta motivar para abandonar su adicción. Este trabajo se lleva a cabo desde el centro que funciona como hospital de dia dentro de la msma comunidad.
Esta modalidad es un lugar de encuentro y acogida donde se proporciona a las personas consumidoras de drogas servicios básicos de alimentación, higiene y descanso, así como atención socio-sanitaria, psicológica y socioeducativa; un servicio totalmente renovado y moderno que solo Comunidad San Andres ofrece en el mercado de las rehabilitaciones.

DROGODEPENDENCIA | INTENTAN SALIR DEL INFIERNO

«El deterioro de los chicos se acelera por el tipo de sustancias que consumen»

Sábado 13 de Noviembre de 2010 | Es cada vez más baja la edad de los jóvenes que buscan ayuda. Los integrantes de Comunidad San Andrés quieren dejar las drogas y, además, ayudar a otros a hacer lo mismo. Reuniones todos los días, terapias con psicólogas y psiquiatras. Talleres, tareas, reflexión, buen descanso y cuatro comidas diarias con 1 hora de sobremesa para ayudarse…

ayudandonos adiccion a drogas

«Fue una estupidez», arranca Roberto, de 25 años. Su camisa blanca, sus zapatillas impecables y sus gestos son los de un «chico ganador». El quiere verse bien. Estuvo en el infierno y ahora sonríe rodeado de otros jóvenes como él, que lo escuchan atentos. «Pensaba que yo no era nadie», apunta. Y su memoria se clava justo cuando tenía 13 años. «Un primo había comenzado a drogarse y toda la familia estaba pendiente de él. Creí que si hacía lo mismo conseguiría que se preocuparan por mí», relata.

«Estoy saliendo -asegura-, pero no es fácil sostener el no consumo». Comenzó con marihuana y pastillas. Después vino la cocaína. Probó de todo. Pero no deja margen para la duda cuando asegura que la sustancia que produjo en él la mayor adicción, y por la cual tuvo que buscar ayuda, es el residuo de la pasta base de cocaína, más conocido como «paco». «Sólo por hoy no usé drogas», aclara el muchacho. Esta es la filosofía con la que intentan recuperarse los jóvenes como él en La Comunidad San Andrés.
Es confidencial. Por ello recibe cada vez más adictos. «Cuando decidí buscar ayuda no había lugar para internarme, en San Andrés me recibieron, así que me  vine hasta aquí. La verdad, esta comunidad me salvó la vida», reconoce.
Sufrió mucho. «Cuando consumía, mi cuerpo necesitaba cada vez cosas más fuertes. Recuerdo un día que no podría parar de temblar. Después tuve una sobredosis. No podía parar. Lo único que quería era hacerme daño», explica. Cuando me interne ni siquiera me salían palabras. «Había dejado de existir», admite.

Entender y querer
Jorge M., también integrante de Comunidad San Andrés, resume el trabajo que realizan: «nos juntamos para ayudarnos a permanecer lejos de las drogas, para entendernos, para querernos». Nos ayudan mucho los grupos, los profesionales y los coordinadores. Todos (los que llevan varios años en la terapia y los que acaban de entrar) tienen la misma función: salir de las adicciones y ayudar a sus pares a hacer lo mismo.

La edad de los que buscan ayuda es cada vez más baja. «Vemos que se acelera mucho el proceso de deterioro de los chicos por el tipo de sustancias que consumen», explica Patricio, de 50 años. Los jóvenes son a los que más les cuesta mantenerse internados. «Son muy arriesgados y vemos que no les importan las consecuencias. Nos preocupa el camino que eligen cada vez más chicos sin saber el costo que deberán pagar, sin saber que los que ingresamos al mundo de las drogas tenemos todos el mismo final: la cárcel, el hospital o la muerte», resume.

Hay palabras que parecen simples e insignificantes. Y, sin embargo, se cargan de sentido en esta una reunión en la que un joven cualquiera internado y en medio de la ronda, no importa su clase ni condición social, llora porque durante su niñez su papá nunca lo fue a ver al club en el que jugaba fútbol. Y su compañero de silla confiesa que un día quiso contarle a su mamá que se sentía mal por haber probado drogas, pero que ella «le cerró la puerta» antes de que él pudiera decirle. Reflexiona: «siempre tenía cosas más importantes».

Estas son solamente algunas de las ideas de quienes dirigimos www.comunidadsanandres.com.ar

Gracias por estar y entender.

Comunidad San Andrés. Pionera en Comunidades de la Provincia de Buenos Aires.

Se realiza una vez establecido el primer contacto del paciente con la Institución a través de una conversación explorativa correspondiente según el caso. La misma es realizada por un profesional del Equipo Terapéutico para luego entrevistar a la familia del paciente.
El Equipo analiza la motivación y la situación del paciente para encuadrar el tratamiento adecuado teniendo en cuenta las diversas posibilidades y medios por los cuales el paciente ha llegado a una admisión. Las mismas pueden ser por:

• Decisión propia. El paciente reconoce que su adicción debe ser tratada.

• Decisión familiar. Medida que toma la familia ante el peligro de una muerte segura, sobredosis, accidente, etc., del paciente, quien aún no puede reconocer la necesidad del tratamiento.

• Decisión de un tercero profesional que entienda necesaria una internación (Médicos, Psicólogos, Psiquiatras o derivación Judicial).

Cuando el paciente ha ingresado al programa se realiza un completo examen clínico y análisis de rutina con el fin de descartar posibles afecciones que requieran de un tratamiento específico.
Cada paciente-residente tendrá su propia historia clínica, informes psicológicos y farmacológicos (en caso de requerirlo), los cuales formarán parte del legajo interno de la Comunidad.

Criterio de Evaluación

1. Se evaluará el estado físico del paciente.
2. Se evaluará el estado psíquico del paciente.
3. Se tendrá en cuenta la adaptación del residente con sus pares y la capacidad de socializar.
4. Se evaluará el compromiso del residente con el tratamiento.
5. Se evaluará la relación del paciente con su familia.
6. Se evaluarán las motivaciones personales.
7. Se tendrá en cuenta la capacidad para proponer proyectos.
8. Se evaluará la responsabilidad del residente ante situaciones de trabajo y convivencia.
9. Será tenido en cuenta el compromiso del cuidado de las instalaciones.

• Psicoterapias Individuales

• Psicoterapias Familiares o Vinculares

• Terapias Grupales

• Asambleas Comunitarias

• Grupos de Padres y Familiares

• Acompañamiento Terapéutico

• Seminarios Preventivos

• Control Farmacológico

• Orientación Vocacional y Laboral

Psicoterapias Individuales:

Nuestros residentes cuentan con la orientación de un psicólogo durante su tratamiento. Así todas aquellas cuestiones que no puedan tratarse en el grupo, se pueden trabajar en su psicoterapia individual.

Según la necesidad se acuerda la cantidad de entrevistas semanales con el profesional.

Psicoterapias Familiares o Vinculares:

Permiten incluir a la familia en este proceso. Durante todo el tratamiento es muy importante poder incluir a la familia, esto posibilitará al paciente-residente lograr cambios importantes para su rehabilitación y recuperarse del deterioro en las relaciones con sus seres queridos.

Terapias Grupales:

A diario el Grupo de residentes se reúne con un Operador Terapéutico. Este espacio grupal permite que cada uno pueda expresar sus inquietudes y problemas acerca del tratamiento.

La tarea Grupal fomenta la opinión de todo el grupo y mejora las relaciones interpersonales, permite poder desarrollar la empatía y ver sus problemas desde otra perspectiva a través del diálogo, hablando acerca de sus sentimientos, vivencias y experiencias.

El Operador Terapéutico tiene en este caso la tarea de coordinar el grupo para lograr que se enriquezca la tarea grupal y se modifiquen las conductas necesarias, además de promover la participación de aquellos pacientes-residentes a quienes les cueste la comunicación grupal.

Asambleas Comunitarias:

En este espacio se reúne una vez por mes el grupo de residentes con las autoridades correspondientes para realizar un intercambio de opiniones y hacer propuestas que enriquezcan la convivencia y el espacio terapéutico, creando de esta forma una nueva responsabilidad compartida por el grupo y fomentando el cuidado del espacio de Tratamiento.

Grupos de Padres y Familiares:

Constituyen una pieza fundamental del tratamiento que permiten lograr un espacio para que los padres y/o familiares puedan expresar sus sentimientos acerca de la problemática de sus seres queridos y paralelamente escuchar a otros padres y/o familiares que viven similares situaciones. Estas reuniones permiten un espacio de aprendizaje a través de pautas y estrategias que operan como recurso para producir cambios en la relación con sus familiares y el resto de su entorno. La familia y su entorno encontrarán alivio a su angustia y compartirán sus sentimientos.

Acompañamiento Terapéutico:

El Acompañante Terapéutico es un agente de Salud que colabora en el tratamiento, desempeñando funciones en la vida cotidiana del paciente, tanto en su período de residencia en Comunidad como en el entorno domiciliario y familiar. Es tarea del Acompañante promover conductas participativas en los residentes con la finalidad de mejorar su calidad de vida y su reinserción social a través de diversas técnicas terapéuticas.

Seminarios preventivos: A través de diversas herramientas, se realizarán seminarios para fomentar la prevención (charlas y videos, Talleres en Comunidad y Orientación para padres y familiares). Este espacio será debidamente informado a los pacientes y familiares.

Control Psicofarmacológico: A través de los controles farmacológicos, realizados por el Equipo Médico profesional, se evaluará la necesidad de medicar al paciente y, en caso de ser necesaria la medicación, se realizará un seguimiento de la misma a fin de asegurar la necesidad y eficacia del tratamiento.

Es de importancia destacar que la seguridad de la medicación es absoluta. La misma es guardada bajo llave en un sitio al que los pacientes no tienen acceso y es suministrada únicamente por el personal a cargo.

Orientación Vocacional y Laboral: Desde este departamento se fomenta la inserción social del paciente y se crea un espacio que estimula la autoestima y procura la formación de proyectos futuros.

Desde el momento de ingreso al programa, se evalúa el perfil del paciente para adaptar el taller que corresponda según sus aptitudes e inquietudes. Los talleres están a cargo de personal capacitado para diversas actividades y en los mismos se intenta disminuir el stress que normalmente causan la abstinencia y la adaptación al nuevo espacio.

Luego de un trabajo interdisciplinario profesional y el compromiso del paciente y su familia en el tratamiento, llega el momento del alta. Este momento requiere de una evaluación criteriosa para pasar a la última etapa del tratamiento: la reinserción social. Para dicha evaluación se tienen en cuenta las siguientes condiciones:

• La capacidad de reconocer la tendencia adictiva.
• La capacidad de soportar la abstinencia.
• La capacidad de soportar frustraciones en estado de abstinencia.
•  La no peligrosidad para sí mismo y para terceros.
• La capacidad de elaborar proyectos personales y laborales.
• La capacidad de responsabilizarse por sí mismo.
• La capacidad de comunicarse.
• La estabilidad emocional.

Una vez cumplidas las condiciones aquí enunciadas, el paciente estará preparado para afrontar la vida social (de la cual se apartó durante todo el tiempo de consumo), albergando una amplia expectativa de sostenimiento perdurable de su nuevo estado.